viernes, 4 de enero de 2008

El par motor.

Al par, par
Articulo por Juan Nogueras.

Se describe en este artículo un método para medir el par (fuerza) de un motor, mediante el procedimiento de hacer presionar el giro del eje sobre una báscula.
El par es la fuerza con la que gira un motor. Para nuestros coches de competición interesa disponer de motores con elevado par ya que ello implicará tener una mayor aceleración y frenada.
El problema que tenemos los aficionados, es cómo determinar este parámetro en un motor. La mayoría de los fabricantes lo suelen expresar en las etiquetas, si bien, la experiencia indica que, a veces, el valor dado por el fabricante no es muy fiable. También hay que tener en cuenta que la fuerza de un motor varía con su uso.
Así pues, aquí os propongo un método para que podáis hacer vosotros mismos una medida de este parámetro.
El sistema no es complicado en su concepto, aunque si un poco en la práctica. Se trata de hacer presionar el giro de un motor sobre una báscula y tomar la medida en gramos.
La forma concreta de hacer la presión del giro, es algo que está abierto a la imaginación de cada uno de nosotros. Cada método tendrá su propia escala de medida.
En el artículo publicado por Narcis Rubia, en el número 19 de la revista Miniauto, nos explicaba, de forma muy completa y detallada, cómo construir y usar un medidor de par y daba algunos consejos entre los que cabe destacar,
-usar una buena fuente de alimentación de tres amperios o más
-no aplicar durante demasiado tiempo corriente al motor ya que este puede quemarse

Se trata pues de aplicar, con un pulsador o interruptor, corriente al motor, y hacer que una palanca situada en el sentido del giro, presione la báscula, obteniendo una medida en gramos de esa fuerza.
En las primeras medidas que realicé con este sistema, observé que la posición inicial del rotor influía en el resultado. Además, había que ser muy cuidadoso en reproducir, exactamente, para cada motor, las mismas condiciones de medición, de manera que los resultados pudieran ser comparables. La más mínima variación en la posición de algún elemento podía distorsionar la medida.

Intenté pues, diseñar un sistema que diera solución a estos dos problemas.
Por una parte, todos los elementos mecánicos que se usasen, deberían tener la mayor precisión posible. Por ejemplo, evitando holguras o posiciones diferentes de los elementos mecánicos. Por otra parte, había que diseñar un método sencillo que permitiera, una vez anclado el motor, realizar medidas de par en las distintas posiciones del rotor.
El resultado es este que podéis ver aquí

Para conseguirlo, varias marcas de slot vinieron a echarme una mano,
-Ninco aportó una llanta prorace y un tope de los separadores de transmisión anglewinder
-Scalextric-Tecnitoys aportó las vainas que utilizaban los motores RX abiertos para llevar corriente a una de las escobillas.
-MB slot unas llantas con 8 agujeros en su superficie.
-Una marca desconocida aportó un eje

La llanta prorace posee una sección más ancha que la usada en los ejes de los motores. Queda hoguera. Si se aprieta el tornillo allen, la llanta quedará oblicua respecto al eje del motor y esto no es bueno si queremos, como hemos dicho antes, reproducir las mismas condiciones de medida en cada motor. Es por ello que usé la vaina de Scalextric, pues, a modo de calzador, permite un engranaje perfecto entre el eje del motor y la llanta, evitando holguras y garantizando la misma posición de la llanta para todos los motores. Perforando la vaina en la zona del tornillo allen ya es posible anclar perfectamente la llanta al eje del motor.

Después, usé la llanta MB (que viene aligerada de fábrica con 8 agujeros en su superficie) para marcar, en la llanta prorace (del mismo diámetro) la posición de los agujeros.
Cada llanta prorace trae dos canales, en forma de surcos, en su circunferencia. Con un minitaladro perforé los agujeros en el canal exterior. Estos agujeros, equidistantes y enfrentados unos a otros, permitirán usar un eje con forma de “L” para atravesar la llanta y obtener así una palanca con la que ejercer la presión sobre la bascula. Una palanca que podremos cambiar de posición sin necesidad de mover el motor y que en cada agujero nos permitirá hacer la presión con una posición distinta del rotor, justo lo que buscaba.
El canal, en cuyo fondo se encuentran los agujeros, evitará que el eje se desplace perpendicularmente a la llanta cuando se realice la presión, esto es, lo mantendrá inmóvil. Es por eso que uso la llanta prorace de Ninco, ya que dispone de un canal que evita este movimiento lateral, canal del que carece la llanta MB. Para facilitar aún más esta inmovilización del eje, le realicé un lijado en la zona de flexión.
Finalmente, aunque no es necesario, se puede usar el separador Ninco como tope, para evitar, ya completamente, el más mínimo movimiento del eje-palanca.

Con este sistema, intento garantizar, en la medida de mis posibilidades caseras, que las medidas se obtienen para cada motor en las mismas condiciones mecánicas.
Usando los ocho agujeros, mediante un sencillo cambio de uno a otro con eje en forma de L, podemos obtener aquella posición en la que se produce la mayor presión sobre la báscula, o bien, utilizar como medida del par la media de las 8 posiciones del rotor.
Espero que os sirva este tema y podáis discriminar qué motores tienen más par que otros. Os aconsejo la lectura del artículo mencionado.
Finalmente, deciros que también mido el par en la rueda siguiendo un método equivalente. Os dejo una foto.

Elección

Elección del mejor motor de slot
Articulo por Juan Nogueras.

INTRODUCCIÓN
A los que nos gusta la competición nos interesa correr con el mejor motor para nuestro coche. Si tenemos varios motores entre los cuales elegir, nos gustará saber qué motor es el más indicado para una determinada carrera. Todos tenemos nuestras reglas y técnicas para hacer esta elección, entre ellas hay una que es la propia experiencia, esto es, mediante la prueba en pista de los diferentes motores y medición de los tiempos de vuelta. El problema de este método es la pérdida enorme de tiempo y la escasa fiabilidad, sobre todo ante motores similares, pues de un motor a otro pueden cambiar algunas condiciones de la prueba, como el desgaste de los neumáticos o nuestra propia forma de conducción. Lo que yo pretendo aquí, es hacer un resumen de los parámetros que podemos medir en un motor y que nos ayudarán a seleccionar el mejor o mejores motores a priori, esto es, antes de salir a pista.

REVOLUCIONES
Entre los parámetros que podemos medir de un motor tenemos las revoluciones por minuto que alcanza. Esta medida podemos obtenerla bien fiándonos de lo que expresa el fabricante o bien, lo más oportuno, haciendo una medida exacta de las mismas con algún aparato diseñado para ello.


Para un circuito de velocidad, con grandes rectas, nos inclinaremos, inicialmente, por aquel motor que ofrezca elevadas revoluciones al máximo voltaje.


En cambio, para circuitos muy revirados tipo rally, nos interesarán más aquellos motores capaces de dar elevadas revoluciones a niveles medio-bajos de voltaje (este dato ya no lo da el fabricante).

CONSUMO
También podemos evaluar el consumo del motor, igualmente fiándonos de lo que dice el fabricante o bien efectuando nosotros mismos la medida. En este caso, siempre se preferirá aquel motor que presente un menor consumo. El consumo se mide en Amperios (o miliamperios). Poco consumo relativo significa eficacia, esto es, el motor es capaz de desarrollar su trabajo consumiendo poco combustible, o relativamente menos combustible que otro motor. El combustible de un motor es la corriente. Este aspecto es muy importante sobre todo en aquellos circuitos donde las fuentes de alimentación sean de poco amperaje o bien en aquellas pistas, sobre todo circuitos de rally, donde puedan existir las típicas caídas de tensión.


Parece claro pues que preferiremos un motor con poco consumo ya que éste notará menos las pérdidas de corriente o la falta de amperaje de la fuente que otro que tenga un consumo mayor. También el motor de menor consumo será capaz de ponerse en funcionamiento antes que otro que necesite más.
Hasta aquí dos parámetros más o menos conocidos por todos los aficionados a este hobby, por lo que para muchos quizás no haya dicho nada nuevo.

PAR
Otro factor que podemos valorar, quizás menos conocido, es el Par de un motor. El par mide la fuerza de un motor. La fuerza con la que gira. Si al giro de un motor le ponemos un freno o rozamiento el motor tenderá a dejar de girar, y esta tendencia a dejar de girar será mayor cuanto menos par o fuerza de giro tenga. En nuestro caso, el slot, todos conocemos que la resistencia que se le opone al giro de un motor es la producida por la transmisión del coche, esto es, desde el rozamiento de la pista con los neumáticos hasta el engranaje corona-piñón. Podemos fiarnos de la medida de Par que nos ofrezca un fabricante o bien idearnos alguna forma de medir esta fuerza. En el número 5 de blogslot magacín, se describe un método simple , basado en la presión del giro del motor sobre una balanza.


Obtenemos así una medida en gramos de esta fuerza y además, manteniendo las mismas condiciones de voltaje, podemos comparar qué motor presenta mayor Par que otro.
En general preferiremos aquellos motores que ofrezcan un mayor par, tanto en altos como en bajos voltajes. El par suele ser proporcional al voltaje de modo que, por mi experiencia en medidas de este parámetro, aquel motor que presenta un mayor par a bajos voltajes suele ser el motor que mayor Par ofrece también a voltajes altos. Así pues, esta variable se puede considerar independiente del voltaje.
Este parámetro de Par lo solemos apreciar en la pista en forma de aceleración y freno de nuestros coches. A mayor Par, mayor frenada y aceleración. El Par de un motor será muy determinante en aquellos circuitos que por su configuración requieran de aceleraciones y frenadas contínuas, los denominados gatillazos. También puede ser determinante para aquellos coches que presenten un mayor peso ya que estos ofrecerán una mayor resistencia de transmisión al giro del motor y por consiguiente le requerirán un mayor Par. Es el caso, por ejemplo, de los camiones.


FACTORES EXTERNOS AL MOTOR
Analizando estos tres factores internos al motor, revoluciones, consumo y par, tenemos ya tres parámetros importantes para decidir qué motor elegir. Generalmente no existe un motor que sea mejor a todos los demás en todos los parámetros. Así, entre un conjunto de motores del mismo tipo, por ejemplo varios NC5, será difícil encontrar, un motor que presente a la vez las mayores revoluciones en todos los voltajes, el menor consumo en todos los voltajes y el mayor Par. Entre motores de un mismo tipo lo normal será encontrar uno que sea mejor en una o en dos de las tres variables. En cualquier caso con estos tres parámetros ya podremos hacer una selección del mejor motor con mucha probabilidad de acertar.
No obstante hay que contemplar también los factores externos al motor, esto es, todo aquello que puede influir en su comportamiento final en pista. Los parámetros anteriores de revoluciones, consumo y par, medidos a un motor en vacío, tendrán un resultado final al ser situados en un coche y este resultado será diferente en función de cómo le afecten al motor dichos factores externos. Así, pueden influir en el comportamiento de un motor en pista factores como por ejemplo, la relación de transmisión (dientes de piñón y corona), el tipo de neumáticos con mayor o menor agarre, el mayor o menor rozamiento con los cojinetes, el grip de la pista, el peso del coche, las vibraciones, etc., etc. De este modo, un mismo motor ofrecerá rendimientos finales distintos en base a combinaciones distintas de estos factores externos.
Así pues, la cuestión ahora es saber si debemos tener en cuenta estos factores externos al motor en el momento de elegir el mejor motor, o bien podemos prescindir de ellos en el momento de la elección. Para esto no hay una respuesta absoluta. Así, puede ocurrir que un pobre agarre de neumáticos, por su propio compuesto o desgaste, o bien por el material o estado de la pista, den al traste con un motor elegido a priori en base a su elevado par. De manera que, lo que en principio se suponía una buena variable del motor, en realidad, debido a los neumáticos o la pista, obtenemos un coche que patina debido al exceso de fuerza. Otro caso puede ser que las revoluciones del motor elegido sean tan elevadas que, incluso reduciendo al mínimo la relación de transmisión sea imposible llevar a tope de voltaje el coche en el circuito. Se podrían poner más ejemplos, pero no quiero extenderme. Lo que está claro es que la cuestión de poder elegir motor a priori, sin tener en cuenta la configuración del coche o la pista (factores externos), no es fácil de resolver. Más aún cuando comprobamos que todos los componentes de un coche están interrelacionados, y que a su vez la pista influye en ellos, así como las fuentes que alimentan el circuito, y como no, algo que no he mencionado antes, el mando. Efectivamente, un mando electrónico que nos permitiera ajustar una curva suave al inicio del gatillo quizás evite, en el ejemplo anterior, que el coche patine. Y si es un mando resistivo pues quizás se resuelva el problema usando una resistencia elevada que evite una entrada de corriente alta al principio.
Generalmente, cuando hay muchas variables en juego es imposible tenerlas todas en cuenta, de modo que al final no tenemos más remedio que simplificar. En mi caso, lo que hago es elegir el mejor motor, o a lo sumo los dos mejores, en vacío, a priori, sin tener en cuenta los factores externos. Posteriormente juego bien con las relaciones de transmisión piñón-corona o con el mando, o el peso del coche o su configuración de ruedas o neumáticos, para obtener finalmente el resultado que quiero en pista. El conocimiento previo de cuales son los valores de revoluciones, consumo y par del motor, me ayudan a obtener de forma rápida y óptima dicho resultado final en pista y evitar pérdidas de tiempo en pruebas de configuración del coche innecesarias. En definitiva voy al grano, optimizo el motor, el coche y el tiempo. No obstante a veces descarto motores a priori, como por ejemplo los NSR de 25000 revoluciones, ya que por experiencia he observado que en la pista de mi club ofrecen unas revoluciones a las que no les puedo sacar partido ya que nunca puedo llevar el coche a tope y ni la configuración del coche (relación de transmisión), ni el mando, ni nada pueden corregir esto.
En consecuencia, los factores externos pueden hacer que motores en principio con estupendas prestaciones, las pierdan debido a una influencia negativa. Esto, lógicamente, es lo que tenemos que evitar. También estos factores externos pueden actuar al contrario, esto es, potenciando o corrigiendo algún parámetro del motor hasta obtener en pista el resultado deseado. Este último caso es el que nos interesa.

ATRACCIÓN MAGNÉTICA
Existe una variable más que puede ayudarnos en la elección del mejor motor. Esta variable es su efecto magnético. Existen aparatos que miden esta atracción magnética en gramos. Situando al motor próximo a una báscula y observando con que fuerza atrae a una plancha metálica situada sobre la báscula. Lo ideal es realizar esta medida con el motor en funcionamiento ya que en reposo pueden variar las medidas debido a la posición del rotor.


En general, preferiremos aquellos motores que presenten un mayor efecto magnético ya que podremos hacer un paso por curva más rápido. En cambio en recta, al ir más pegados al rail, perderemos velocidad. Por tanto, el efecto magnético de un motor será más importante y marcará más las diferencias cuanto más revirado sea el circuito.


PROGRESIVIDAD
Finalmente, cuando comparamos motores nuevos, de un mismo tipo, todas estas medidas de revoluciones, consumo, par y atracción magnética, salvo excepciones, suelen ser muy similares. Es con el uso que estas medidas divergen de unos motores a otros de manera importante. En cualquier caso, ¿qué hacemos para elegir, por ejemplo, entre varios NC6, si no encontramos un motor claramente superior a los demás? En estos casos yo estudio la progresividad de las revoluciones y el consumo. Efectivamente, ante dos motores que den aproximadamente las mismas revoluciones a 12 voltios, preferiré aquél que las consiga con la mayor suavidad y continuidad al aumentar el voltaje, y descartaré aquel motor que las consiga a saltos bruscos.


No hay que confundir la progresividad de un motor con los bajos. Un motor con pocos bajos es un motor que a poco voltaje ofrece pocas revoluciones, de modo que necesita para arrancar, quizás debido a su elevado consumo, un mayor voltaje. Es lo que ocurre con los motores Scalextric respecto a los Ninco, por ejemplo. La falta de bajos en un motor se puede corregir con un mando de menor resistencia para que expulse al inicio del gatillo mayor corriente. La progresividad en cambio, indica como varían las revoluciones de un motor con el voltaje, esto es, si lo hacen suavemente o bien bruscamente. Así, puede haber dos motores con los mismos bajos pero con distinta progresividad. No es de extrañar observar en algunos motores, recuerdo ahora algún Scaleauto o TX5 de Cartrix , una escasa progresividad, de modo que hasta un voltaje determinado apenas andan y a partir de dicho voltaje parece que explotan y se vuelven rapidísimos. Pero también puede ocurrir que un motor sea muy progresivo de revoluciones hasta los 6 voltios, luego deje de ser progresivo hasta los 10 y vuelva a ser progresivo hasta los 12 o 15 voltios. Así pues, ante dos motores que obtienen el mismo número de revoluciones a un determinado voltaje, parece lógico pensar que preferiremos aquel motor que sea más progresivo, esto es, de menos saltos de revoluciones.
Cuando conducimos un motor progresivo es cuando decimos aquello de: “mira que fino va el coche”. Efectivamente, con un motor progresivo, al variar el voltaje el motor no da tirones y por tanto mejora su estabilidad. Si yo fuera corredor de raliie querría un motor muy progresivo en revoluciones a voltajes bajos y medios y me importaría menos la progresividad en voltajes altos. Pensaría lo contrario en caso de una carrera de velocidad.
La progresividad se puede estudiar también respecto del consumo, de modo que dos motores que a un determinado voltaje alcancen el mismo o parecido consumo, será preferible el lo haga más suavemente.



Según lo anterior, podemos usar la progresividad de las revoluciones o el consumo como otro parámetro más que nos ayude elegir el mejor motor. En mi caso, para medir la progresividad aprovecho la entrada de datos del Testing Bench y estudio de forma estadística como es la variabilidad de las revoluciones o el consumo respecto al voltaje. Para conseguir un dato numérico que me sirva para comparar dos motores calculo el Coeficiente de Variación de las observaciones obtenidas con el Testing. Un coeficiente de variación igual al 100% indica una progresividad perfecta. En el caso de las revoluciones, si dividimos el rango de observaciones en dos, por una parte la serie de revoluciones obtenidas de 2 voltios a 7 y por otra la serie de 8 a 12 voltios, podemos calcular a su vez un coeficiente de variación de cada una de ellas. Obtenemos así la progresividad en bajos voltajes de un motor y la progresividad en altos respectivamente, que junto a la progresividad media (coeficiente de variación del total de la serie de 2 a 12 voltios) tenemos no una, sino tres medidas interesantes de la progresividad de revoluciones de un motor. De igual forma podemos hacer para la progresividad del consumo.


En mi caso he mecanizado todo el proceso a través de una hoja de cálculo. Primero tomo las medidas de revoluciones y consumo con el Testing Bench y las paso, a través de puerto serie, al programa informático que trae esta máquina. Los datos recogidos por este programa están almacenados en una base de datos de Access. Pues bien, he vinculado una hoja de cálculo a dicha base de datos a través de una tabla dinámica. Esto me permite incorporar inmediatamente a dicha hoja las medidas de revoluciones y consumo que tomo a un nuevo motor a través del Testing. Finalizada la toma de datos, y gracias a la vinculación, la hoja de cálculo me da los gráficos de evolución de consumo y revoluciones y realiza todos los cálculos de forma inmediata para medir la progresividad a través de los coeficientes de variación, para medios, altos y bajos voltajes. Posteriormente efectúo las mediciones de par y atracción magnética y en cuestión de unos 10 minutos tengo todos los datos de un motor en el ordenador, de forma numérica y gráfica. En una hora puedo discriminar el mejor motor de entre seis.
Ya solo falta ir a la carrera y tener dedo….y para esto no hay tecnología, sino horas de entrenamiento en la pista.

Motores

Hace ya algún tiempo, nuestro amigo Juan Nogueras, aprovechando el lanzamiento de varios motores, realizaba un trabajo extraordinario comparandolos, para intentar averiguar cual es el mejor motor para nuestras carreras.
Yo he querido rescatar ese gran trabajo y os lo dejo aquí publicado tal cual nos lo exponía Juan en su día.


Comparando 3 Corazones

Personalmente, soy de los que piensa que el motor es el corazón de nuestros coches. En el momento de circular, el comportamiento de un vehículo se ve afectado en más de un 80% por las características del motor. Y esto ocurre no sólo con los coches de competición, sino también con aquellos que usamos para dar un paseo tranquilo por nuestro circuito.
Cada tipo de coche y el uso que queramos darle requiere un corazón diferente.
Los tres motores analizados, Avant slot (Hunter), TX6 de Cartrix, S3X de Spirit , están indicados para competición.
En esta tabla se puede ver un resumen de los parámetros analizados.


PESO
Están muy parejos en este parámetro.


No obstante el TX6 es el más ligero de los tres, lo cual lo convierte en el candidato idóneo cuando nuestro objetivo sea bajar peso del coche. Por ejemplo, sabemos que el inconveniente de la cuna PNR Racing original es que es 2,3 gramos más pesada que una normal de plástico. Pero si se usa con el motor TX6 se consigue neutralizar esta diferencia.


UMS
La atracción magnética es elevada en los tres motores.


No obstante, sobresale con 12,9 gramos el motor Avant que se pone a la cabeza de los motores de caja larga de mayor efecto imán del mercado. Tampoco son desdeñables los 10,7 gramos de atracción del S3X de Spirit. Más comedido en este parámetro se sitúa el TX6 que con 7,7 gramos no se desmarca demasiado de otros motores como los NC-5-6 de Ninco o los motores NSR.
La tendencia de los fabricantes es a aumentar el efecto imán. Y ello será así porque el público lo reclama. Es la eterna discusión de hasta donde el efecto magnético desvirtúa una conducción tradicional sin imán y cual debe ser el límite que debe admitirse para distinguir carreras con y sin imán. A esta discusión cada club le viene dando una respuesta particular, admitiendo en sus reglamentos más o menos atracción magnética.
Particularmente prefiero los motores con nulo efecto imán, como el SX-03 de Spirit o el HRS-03 de HobbySlot. Creo que son el tipo de motor perfecto para competir en nuestro hobby, pues con ellos se ponen realmente al descubierto las deficiencias del pilotaje.
No obstante, la velocidad en el paso por curva que permiten los motores magnéticos le da una nueva dimensión a las carreras. Usando un voltaje mayor, todavía será posible salirse en curva, pese a que el motor tenga un elevado efecto imán, manteniéndose la emoción de carrera y la exigencia en la conducción.
Todo es cuestión del voltaje. Con ambos tipos de motores, aunque de forma distinta, en mi opinión, es posible disfrutar.

REVOLUCIONES
Antes de someter los motores al correspondiente rodaje medí las revoluciones a 14,8 voltios para verificar posteriormente en cuanto habían mejorado este parámetro.


El resultado fue el siguiente:


El objeto de aplicar un rodaje al motor es conseguir un acoplamiento idóneo de sus componentes internos. Al suavizarse estos rozamientos el motor gira mejor y aumenta sus revoluciones. Cada motor, en función de que su proceso de fabricación sea más o menos perfecto, permitirá un aumento menor o mayor de sus revoluciones tras un rodaje. En este tema, mi opinión es que no existen recetas mágicas o líquidos milagrosos. Si el motor inicialmente no es bueno no podremos hacerle aumentar sus revoluciones más allá de un límite. En cambio, si partimos de un motor bueno, correctamente fabricado, solo que mal acoplado, podremos sacarle más partido realizando un buen rodaje.


Al final, la regla básica es buscar un método sencillo y hacer el mismo rodaje a todos nuestros motores (considero que no vale la pena complicarse demasiado en esta tarea) y esperar, con suerte, conseguir un número de revoluciones superior en alguno de ellos. Al final, si se obtiene uno con altas revoluciones, normalmente se habrá debido, más que al método empleado para rodarlo, a que el motor traía un bloqueo de fábrica o que ya era bueno de partida.
En nuestro caso, la mayor mejora la hemos conseguido en el SX3 de Spirit con un 9,5%, esto es, le hemos aumentado casi 2.500 revoluciones.
Pero lo que realmente interesa es el resultado final obtenido, donde con 28.260 revoluciones por minuto, podemos decir que el S3X es el motor más rápido de los tres.
¿Ser el motor más rápido significa ser el mejor motor?
Sabemos que no siempre es así. En el buen comportamiento de un motor influyen más variables. No obstante, en principio, es mejor tener un motor con más revoluciones que otro con menos pero cuidado!. Hay que analizar bien el dato de revoluciones. La medida efectuada la hemos realizado en vacío a 14,8 voltios. Y yo me pregunto: ¿iremos siempre en nuestro circuito a 14,8 voltios sobre la pista?. La respuesta es que no. Salvo un escaso momento en la recta principal y varios sprint, en el resto del circuito, quizás en más de un 70%, esteremos usando otros voltajes.
En caso de Rally, los voltajes más usados son los correspondientes a la franja media-baja de voltaje, hasta 8 voltios. En velocidad, se usa más la franja media-alta, de 8 a 15 voltios.
Veamos pues cuales son las revoluciones de los motores analizados para cada sector de voltaje:


Observamos que, para Rally, los tres motores se igualan en este parámetro, mientras que para velocidad sigue despuntando el S3X de Spirit. Su mayor número de revoluciones se produce, sobre todo, a elevados voltajes. No obstante, una diferencia de 1500 revoluciones no es mucha. Así, el mayor efecto imán del Avant Slot puede compensar más que de sobra esas revoluciones. Por su parte, el menor peso del TX6 y su menor atracción magnética pueden hacer que el coche alcance más velocidad en recta pese a tener menos revoluciones en vacío que el S3X. Efectivamente, nuevamente hay que tener en cuenta como se han efectuado las medidas. En vacío, esto es, el motor suelto fuera del coche. Cuando un coche con elevado efecto imán circula sobre la pista se pega más al carril y se suelen perder revoluciones respecto a otro que tenga un menor efecto imán.

CONSUMO
El estudio del consumo lo he realizado igual que las revoluciones, con una medida previa al rodaje.


En el siguiente cuadro están los valores antes y después del rodaje.



Normalmente, cuando se rueda un motor y también posteriormente a lo largo de su vida, el consumo de corriente aumenta. El consumo de mide en mili-amperios. Cuanto más consume un motor peor, pues más corriente necesita para funcionar.
Excepcionalmente el consumo del motor S3X ha descendido, lo cual indica que tenía un más que relevante error de acoplamiento de fabricación cuyos rozamientos generaban un freno del motor y, por consiguiente, un elevado consumo. Al rodarse y disminuir la fricción ha disminuido bruscamente el consumo y aumentado también bastante el número de giros (revoluciones), tal y como se vio anteriormente. Las chispas que he podido observar en el colector son otro indicativo de este mal acoplamiento de sus partes internas. Un ejemplo típico de motor mal fabricado es el TX-5 de Cartrix. Le ocurría exactamente lo mismo que a mi S3X de Spirit. Se trataba de un motor muy revolucionado pero mal acoplado, que terminaba aumentando progresivamente su consumo hasta perder bruscamente sus prestaciones. No obstante, puede ser que el modelo en concreto que he analizado tenga esta deficiencia.
Viendo los valores finalmente obtenidos, con 173 mA es el TX6 de Cartrix el que menos consumo presenta. Lo cual es un dato a su favor. No obstante, igual que en caso de las revoluciones, es necesario dividir el rango de voltajes para ver el consumo en bajos y altos voltajes, para ver si este dato es puntual a 14,8 voltios o bien, el bajo consumo es una característica positiva de este motor en todos los voltajes.


Efectivamente, se confirma. El TX6 es un motor de reducido consumo tanto en altos como en bajos voltajes. Además, la diferencia con respecto a los otros dos es elevada, en torno a 100mA. O dicho de otra forma, el TX6 de Cartrix consume un 60% menos que los otros dos, lo cual es una característica muy a favor de este motor.
Tener poco consumo hace que un motor responda mejor en situaciones de poca corriente (tramos de rally) y reaccione rápidamente, buenos bajos.
Es curioso observar como dos motores que dan aproximadamente las mismas revoluciones, el Avant y el TX6, el segundo las consigue de forma mucho más eficiente (con menor consumo), lo cual indica que está mejor fabricado (mejores componentes), o bien que, el elevado campo magnético del Avant le exige un mayor consumo para mantener el mismo nivel de giro.

PAR
El par es la fuerza con la que gira el motor. Cuanta más fuerza de giro tiene un motor mejor, pues más aceleración y frenada tendrá.
He medido este parámetro para los tres motores mediante el sistema de presión sobre una báscula, dando un valor de la fuerza de cada motor en gramos.



El resultado es el siguiente:


El TX6 es el que presenta menor par, si bien las diferencias respecto a los otros dos no son muy apreciables.

CONCLUSIÓN
Se trata de tres buenos motores que vienen a ampliar la gama disponible para nuestros coches de competición. Ante lo cual me alegro bastante. :)
El TX6 de Cartrix es para mi el más equilibrado de los tres. Los escasos porcentajes de mejora tras el rodaje indican que es un motor que viene ya de fábrica “fino”. Dispone de unas elevadas revoluciones tanto en altos como en bajos voltajes y un sorprendente bajo consumo. Esto lo hace válido tanto para Rally como para Velocidad. Su “contenido” nivel de atracción magnética le hará ser aceptado más fácilmente en los reglamentos de competición. Se ve que Cartrix se ha puesto las pilas tras la mala experiencia con el TX5.
El Avant Slot da la impresión de ser un excelente motor. Posee un muy elevado efecto magnético que puede compensar con creces sus deficiencias respecto a los otros dos motores. Es necesario pues realizar pruebas en pista para dar una opinión completa. Si ese efecto imán compensa o mejora (y suele ocurrir así), tanto en Rally como en Velocidad, el elevado consumo a priori respecto al TX6 o la diferencia de revoluciones respecto al S3X, estaremos hablando de una alternativa muy a tener en cuenta. La única pega a priori es que su elevado nivel magnético lo aleje de algún reglamento.
El S3X de Spirit necesita también una prueba en pista para ver si su efecto magnético le hace superar sus deficiencias. A priori se enfrenta a un problema añadido respecto al Avant, y es que parece presentar mayores problemas de consumo (pocos bajos) y acoplamiento de su mecanismo interno. Se asemeja (excepto en el imán) al TX-5 de Cartrix o algún Scaleauto, motores caracterizados por ser poco progresivos y aumentar bruscamente de revoluciones. Precisamente su elevado número de revoluciones -sobre todo en altos voltajes- así como, por el contrario, su excesivo consumo en bajos, me hacen verlo, a priori, más indicado para velocidad que para rally.

NOTA
Lo ideal sería haber contado para la comparativa con varios modelos de cada motor, no ha sido así. Los datos obtenidos corresponden a una única unidad analizada. Por consiguiente estos datos pueden no coincidir con otros modelos del mismo motor.
Para completar este análisis ‘a priori,’ se debería hacer un estudio del comportamiento de cada motor en pista, tanto de rally como de velocidad.